Camille Saint-Saëns (París 1835 – Argel 1921)
Joven pianista prodigio y organista, músico de extraordinaria solidez técnica, habilidoso para todo tipo de composiciones, romántico de academia francesa y puramente conservador. Posee una gran cantidad de música de cámara, música para cine, canciones, composiciones corales y religiosas, e importantes obras de música sinfónica y concertante. Cabría mencionar entre todas ellas, algunas de las composiciones que han trascendido universalmente como su fantasía orquestal El carnaval de los animales, la Sinfonía nº 3 para órgano en do menor, la Danza macabra y su mejor título de gloria: la ópera Sansón y Dalila.
La ópera Sansón y Dalila narra la historia del invencible Sansón, dotado de una fuerza sobrehumana, el cual es vencido por un enemigo carente de armas: una seductora filistea llamada Dalila, a la que, dejándose llevar por sus pasiones, Sansón revela su más preciado secreto como prueba de amor: su fuerza reside en su largo cabello.
En un principio, esta idea fue concebida como un oratorio, pero finalmente, se resolvió como una ópera en tres actos. Fue rechazada en París por prejuicios a la representación escénica de personajes bíblicos en una sala de conciertos, estrenándose por este motivo y en lengua germana en Weimar (1877), por recomendación de su amigo y gran admirador Franz Liszt (el cual aclamó a Camille Saint-Saëns como mejor organista del mundo). Finalmente, la ópera se representa en París en 1890 en el Théâtre Eden convirtiéndose posteriormente en su ópera más popular. Es una vocación entre austera y colorida del mundo hebreo y filisteo de la Biblia, con un protagonista de buena elaboración psicológica, números corales imponentes y momentos de alta tensión pasional.
Escucharemos en nuestro concierto La danza Bacanal (Bacchanale), sita en la Escena 2 del Tercer acto, en el templo de Dagón – deidad pagana – antes de hacer sacrificios rituales. La danza representa la sensualidad y la inmoralidad, ya que los filisteos se burlan del propio Sansón y de los hebreos. Finalmente, Sansón destruirá dicho templo.
La música simula al oriente, bajo una sonoridad orientalista de invención occidental, cuya función última es mistificar la fantasía. Esta danza se construye con una energía e impulso sonoro sublime, acompañada en todo momento de una trepidante percusión. La bacanal progresa en un crescendo permanente concebido a la perfección, cuya conducción busca el clímax interpretado por las trompas al unísono en la sección final. Un verdadero espectáculo sonoro que sorprenderá, sin lugar a dudas, a todos los asistentes.
*entrada libre previa reserva en www.almoradicultura.com