Estamos a punto de comenzar un nuevo curso y, aunque seguramente todavía tendremos que convivir con el calor veraniego propio de nuestra tierra, hay que encararlo con ánimo y decisión para, desde el principio, sentar las bases del éxito que todos esperamos obtener en el trabajo y las actividades que, durante el mismo, vamos a desarrollar.
A principios de octubre después de que, en lo que queda de septiembre, concluya el proceso de matriculación, comenzarán las clases en la Escuela de Música de la sociedad. Desde aquí quiero dar la bienvenida a todos sus integrantes, profesorado y alumnado para que todos juntos y en colaboración con las familias trabajen para conseguir los mejores resultados en orden a la formación de los alumnos y alumnas, escalón básico de esa preparación musical que les va a permitir disfrutar y hacernos disfrutar de la música a familiares, amigos y a todas las personas que amamos este magnífico arte.
Nuestras dos formaciones musicales, banda joven y banda sinfónica, comienzan desde ya su preparación para hacer frente a los compromisos que, tanto una como la otra, tienen. El buen hacer de Pablo, como director de la banda joven, y el interés de los músicos de esta formación que cuentan, además, con el inestimable apoyo de sus familias les va a permitir, estoy seguro de ello, progresar en su formación musical y culminar con éxito las actuaciones que realizarán a lo largo del curso.
Para la banda sinfónica y para la sociedad en general este curso tiene una connotación especial: el determinado por la incorporación como director de Juan Miguel Romero. La Junta Directiva creemos que la banda sinfónica necesitaba un revulsivo que recuperara los niveles de calidad que en otros momentos tuvo y tendiera a mejorarlos. En la directiva estamos ilusionados con el proyecto que en su día nos presentó el que ya es nuestro nuevo director y confiamos en que será un éxito. Por nuestra parte ya le hemos transmitido nuestra voluntad de trabajar conjuntamente y de prestarle el apoyo necesario para conseguir lo que todos queremos: tener una banda que encante a quienes la escuchen y sea un motivo de orgullo para el pueblo de Almoradí.
Nos gustaría poder transmitir esa ilusión, esa confianza, a todos los músicos. Estoy convencido, y creo que lo he repetido en muchas de las ocasiones en las que, por un motivo u otro, me he dirigido a todos de que, para hacer buena música y ser considerados como una “banda de primera”, hay que juntar el buen hacer del director, el apoyo de la sociedad y el compromiso de los músicos para que todos pongamos lo que esté en nuestra mano y de esta manera conseguir que el proyecto llegue a buen término.
¡Animo y a la marcha!.
El presidente
